EL PINTOR Y SU MODELO

Del libro inédito de narraciones LA VIDA SIN TI NO TIENE SENTIDO




______de terminar una exposición que hice en Barcelona recién acabada la Primavera, uno de mis abuelos, el catalán, insistió en que me quedara aún varias semanas en la ciudad para pintar su retrato. Además, esto de venir así, de visita, no te va a dar aquí nunca ni amigos ni dinero. Primero, que aquí sí tengo unos cuantos buenos amigos. Segundo, que la exposición ha estado bastante bien. Y tercero que ya tengo los suficientes clientes en Madrid y aquí como para vivir bastante bien. Además para pintar mi retrato tendrás que conocer mi personalidad, mi vida cotidiana, mis ideas ¿O no? ¿Pero es que después de tantos años crees en serio que no te conozco? Además yo no hago retratos. Ya lo sé, tú haces esas expresiones abstractas que igual pueden estar sugeridas o sugiriendo una chica mona que unas mongetas amb botifarra 1. Pues hazme uno de esos. No me vengas ahora con lo de las sugerencias; haré lo que me venga en gana y no porque haya salido de nuestra convivencia. Será una pintura sin más, no jodamos. Todo lo que pueda y más: salut i força2, levantando el puño derecho cerrado en lo que podía haber sido un amago de golpe al viento, de saludo socialista/comunista o poderoso símbolo fálico.
(La Mariona me dijo paseando por Rosales el meu pare tambè sempre amb la cosa falica a la boca3. Mujer, Grecia, los fenicios, Roma, el Mediterráneo).
En pleno gobierno socialista, tras la muerte del Caimán, con millones de parados y gente pidiendo por las esquinas, los semáforos y las estaciones de metro, no había pedigüeño que no recibiera los consejos del abuelo: ¿pidiendo limosnas?. Cretino, burro: vete a asaltar un supermercado, o roba bolsos en Pedralbes y Sant Gervasi. O asalta bancos y joyerías, acojinado ¿Pero es que nunca das limosnas? Nunca y lo propugno, a ver si tantos muertos de hambres se levantan de una puñetera vez y mandan esto al carajo.
Asistimos a numerosas conferencias, sobre los temas más diversos, especialmente en las que se establecía coloquio o ruedas de preguntas. Y no sólo polemizaba en todas gracias a su gran cultura y capacidad dialéctica, sino que además casi siempre consiguió con éxito conducir la discusión a un impasse en el que su grito colofón de ¡Viva el comunismo ateo y libertario!, producía la última explosión de aplausos y pateos con que daban fin las tormentosas sesiones.
Tenías que haberme visto en el 36. Tenías que haberme visto en el setenta y cinco ¿Pero no es cierto eso de que cuando jóvenes todos hemos sido revolucionarios y conservadores en la madurez? Asco me da oír eso. Un cerebro bien organizado a los veinte, debe ser aún más radical a los setenta; tiene más datos, ha acumulado más experiencia, ha tenido tiempo para reflexionar y ver claro lo repugnante, mezquino, negativo y destructor de la categoría humana que es este sistema hegemónico económico-político, sólo basado en el beneficio monetario. Todos los que dicen eso eran unos pobres aventureros cuando jóvenes y unos reaccionarios cristalizados de por vida.
Con poco pelo en la cabeza, tenía una distribución circular de sus escasas guedejas rojizas dándole aspecto de aura. Pero barba roja que hacía juego con sus furias y fobias y ojos tremendamente móviles, casi tanto como sus manos pecosas. Un físico de grandullón, tieso, aunque de andar lento. Llevaba un bastón por si acaso y por coquetería. Setenta y ocho años.
Nos parábamos por la calle con innumerables personas. Jóvenes, viejos, niños, mujeres, dueños de bares, responsable municipales, miembros de partidos políticos, socios del club de la Pipa, miembros fraternos de Ateneos libertarios, integrantes de colectivos de homosexuales como La Marica Internacional, los de la Sociedad Colombófila Republicana La Paloma Roja, militantes del Frente Gay Serva Padrona, esforzados componentes de la Asociación de Vecinos del barrio, los sitiados Católicos por el Socialismo, algunos oficiales de los bloques militares de Torre Blanca, los taxistas de la esquina, putas sueltas, carteros, repartidores del supermercado preferido, grupos de jubilados en actividades peripatéticas, Jóvenes Petanquistas de la Tercera Edad, mujer de la limpieza (camarada Josefina) y revisor del contador de luz (Con lo bien que estabas tú en Córdoba y te hemos engatusado los catalanes para que vengas a trabajar con nosotros).
El cuadro que le hice lo colocó muy encantado de la vida en una zona preferente de su salón, un espacio flanqueado por dos enormes estanterías repletas de libros que le servía de rincón de tertulia con nosotros y algunos íntimos.
Puse en él toda la gama de verdes que fui capaz, entrelazándose en la trama (con distintos centros de luces y efectos de relieve) a base de sombras con morados, ocres, lilas, para darle tensión a los relieves al mismo tiempo que aumentaba la complejidad óptica para transmitir una vez más lo misteriosa que es la pintura. O que aquel ser tan característico le pida a otro ser que le pinte un retrato y este


1 Judías con butifarra (uno de los platos catalanes más populares)
2 Salud y espíritu de lucha. A veces también, abreviatura de Salut i força al canut (popular catalán: Salud y fuerza a la polla).
3 Mi padre siempre también con el tema fálico en sus conversaciones.